El peligro de las redes sociales

Como suele pasar con estos temas de interés creciente, está circulando un mail donde se habla de una nueva modalidad de robo aprovechando los datos de las personas en Facebook.

Mi primera respuesta, a una amiga que me consultó por el tema, fue decirle que en Facebook únicamente los contactos de una persona pueden ver sus datos y sus fotos. Por lo tanto, si no tenés contactos desconocidos y no ponés demasiados datos personales o fotos que puedan mostrar datos a un posible delincuente (sacá ese video que publicaste donde estás tipeando la clave del banelco, por ejemplo), no hay por qué pensar que estar en Facebook puede resultar peligroso (también le dije que si todos los trabajos se están informatizando, ¿por qué no los ladrones?).

William Nuñez Alarcon envió a través del grupo de Expertos en entornos virtuales de aprendizaje, en Facebook, un artículo muy interesante sobre el tema, donde entre otras cosas dice que “una recomendación básica en las redes sociales es la de aceptar únicamente los contactos de personas que realmente conozca, así como personalizar las invitaciones y mensajes para que sus destinatarios reconozcan su identidad.”

¿Qué hacemos con los chicos?

Hace dos semanas, mi hija de siete años recibió una invitación de su amiga para participar de Facebook. Después de sorprenderme y debatir con mi marido sobre si convenía o no, pensamos en aceptar la invitación y que sólo usara la red bajo nuestra supervisión. Cuando fuimos a registrarla, Facebook me sorprendió gratamente: “Ud. no puede registrarse por ser menor de 13 años” (supongo que a la amiguita de mi hija la habrá registrado otra amiga y que mintió en la fecha de nacimiento…)

Hice una búsqueda sobre redes sociales para chicos, donde me encontré con esta nota de Clarin donde se afirma que las redes sociales benefician a los chicos, contribuyendo al fortalecimiento de sus habilidades sociales e informáticas, y terminé registrando a mi hija en una red social para chicos (o para pingüinos, o para chicos disfrazados de pingüinos): Club Penguin. Por ahora, la seguridad de la familia está en calma. Eso espero.

Club Penguin

http://clubpenguin.com/

Primeros pasos con Squeak

Ya había anunciado en mi blog la creación de un grupo de autoformación de Squeak.

Hoy voy a empezar a publicar pequeñísimos resúmenes de los contenidos que vamos trabajando, cada uno a su ritmo y con el libro que escribieron  Jorge Fueyo Díaz, Ana Pizarro Galán, Máximo Prudencio Conejo, Valentín Roldán Cuerpo y Francisco Torres de Escobar.

Empecemos por abrir Squeak según las instrucciones del post anterior.

Después, hacemos clic en la pestaña Navegador y en el botón Nuevo para empezar un nuevo proyecto.

Hacé clic en el nombre del proyecto (“Sin nombre1“) y escribí sobre él para cambiarlo. Después hacé clic sobre la región vacía del proyecto para que ocupe toda la pantalla:

Cambiar el nombre del proyecto

En la pestaña Provisiones podés encontrar un conjunto de elementos útiles para insertar en tu proyecto. Para empezar, arrastrá a tu mundo varias estrellas, rectángulos y elipses.

La pestaña de provisiones

Hacé clic con el botón derecho en uno de los objetos que arrastraste al mundo. Verás aparecer los halos, que se utilizan para realizar algunas acciones sobre los objetos:

Los halos

Como primer ejercicio, podrías probar los halos (fundamentalmente los que se refieren a tamaño, color, rotación, duplicar…)

Y para seguir aprendiendo, recomiendo bajar el libro y hacer todas las consultas en la lista del grupo de autoformación de Squeak (¿No estás suscripto? ¡Pero estás invitado!)