El grito silencioso, de Kenzaburo Oe

Tapa del libro "El grito silencioso", de Kenzaburo OeHace tiempo que no comento mis lecturas por acá. Debe ser porque durante el año 2016 trabajé y estudié tanto, que no le di lugar a la literatura.

El último libro que leí, regalo de Claudio Segovia, fue “El grito silencioso“, de Kenzaburo Oe.

Es un libro que comienza abruptamente con una situación extraña entre graciosa y violenta. Continúa de la misma manera, siempre sorprendiendo con detalles sumamente escatológicos y crueles. Es políticamente incorrecto, desde el principio hasta el final.

Un hombre de muy baja autoestima que se presenta como muy feo, y además con actitudes de lo que habitualmente llamamos mala persona, ve afectada su vida por dos hechos. Uno, el suicidio de su amigo:

A finales del pasado verano, mi amigo se desnudó, se pintó la cabeza y la cara de color bermellón, se metió un pepino en el ano y se ahorcó.

Disfruté de su lectura, realmente me atrapó la historia y no dejó de sorprenderme desde el principio hasta el final.

Más posts sobre libros y literatura:

Más Murakami

Durante el mes de diciembre terminé de leer Los años de peregrinación del chico sin color; un libro maravilloso, como todos los que leí hastaLos años de peregrinación del chico sin color ahora de Murakami.

Como en todos sus libros, en este hay mucha introspección, hay ideas suicidas, hay búsqueda de la identidad y un toque de erotismo. Y como siempre, en la vida cotidiana de Japón podemos ver los elementos en común con nuestra sociedad, cómo los seres humanos somos los mismos en cualquier lugar del mundo.

Un adelanto del argumento: Tsukuru Tazaki conoce a una mujer que le resulta muy atractiva, y ésta le plantea que hay algo en él que no está cerrado; para comenzar una nueva relación es necesario que primero aclare algunos puntos de su historia que parecen haberse escondido bajo la alfombra y aún hacen ruido en su personalidad. Allí empieza la peregrinación del chico sin color, en su búsqueda de la verdad.

Un libro sumamente recomendable, al igual que Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, Sauce ciego, mujer dormida,  y Tokio Blues.

No te pierdas la categoría Libros y lecturas de este blog para saber qué más estuve leyendo.

Mis últimas lecturas

Mil soles espléndidos, del escritor afgano Khaled Hosseini.

2013-04-29 18.25.41Impresionante y durísima historia de vida de dos mujeres afganas, que viven la democracia y luego el relegamiento de las mujeres en el mundo talibán, debiendo abandonar todo sueño de crecimiento, de tener servicio de salud, de estudiar… y de mostrar su rostro en público.

Lo bello y lo triste, del escritor japonés Yasunari Kawabata.

Encontré algo de belleza en los paisajes y las personas, pero mucha, mucha tristeza y locura. Hermoso libro.

Los desposeídos, de la escritora estadounidense Ursula K. Le Guin

Una muy interesante historia de dos planetas, uno muy similar a nuestra Tierra capitalista, y otro similar a un utópico comunismo. Las especulaciones filosóficas que hace la autora sobre los conflictos internos de ambas sociedades son realmente interesantes.

Marlene, de la escritora argentina Florencia Bonelli

Un libro simple, probablemente una novela rosa, pero la verdad, me divirtió mucho y lo leí rapidísimo (eso significa que logró atraparme)

 

Abuelas con Identidad, ediciones iamiqué

Abuelas con identidad, ediciones iamiquéMuchas veces escuchamos por ahí a algunas personas que dicen escribir cuentos para niños, libros para niños, canciones para niños… sin preocuparse demasiado por conocer cómo son los niños, qué les gusta o qué necesitan. Es decir, es frecuente confundir a los niños con seres incompletos que no requieren demasiada calidad porque consumen cualquier cosa.

Es así como llegamos a una librería y encontramos libros horriblemente traducidos con textos de muy mala calidad en mensaje y en estilo, pero que algunos adultos armaron, otros editaron, otros publicaron, otros venden, y ¡otros compran!

Por eso me parece muy importante destacar el trabajo de las personas que no consideran a los niños como consumidores de segunda.

Es el caso de ediciones iamiqué. Todos los libros de iamiqué que llegaron a casa fueron de esos favoritos que mis hijos leyeron mil veces, que me ayudaron a explicarles conceptos de genética (“¿Por qué está trompudo el elefante?”, “por qué se rayó la cebra”), de historia de la educación (“La escuela no fue siempre así”), a aprender junto con mis hijos cosas sobre el universo (“Guía Turística Del Sistema Solar“, “El sistema solar del 1 al 10”), sobre cine (“El cine no fue siempre así”), sobre otros temas (“Preguntas que ponen los pelos de punta”) o sobre las cosas más ocultas socialmente del cuerpo humano como los vómitos, gases y otras asquerosidades que uno difícilmente sepa explicar (“Asquerosología de la cabeza a los pies”, “Asquerosología en acción”).

Hoy llega a mis manos un libro que me hizo llorar. En serio.

Abuelas con identidad es un libro que cuenta la historia de las Abuelas de Plaza de Mayo, empezando por mencionar la situación política que llevó al golpe de Estado de 1976, describiendo los hechos ocurridos durante la dictadura y el surgimiento del grupo Abuelas, hasta contar historias de nietos recuperados y de cómo impacta en la subjetividad de estos adultos el hecho de tener, de un día para el otro, un nuevo nombre, una nueva familia y una nueva historia para reconstruir.

Cuando hablamos de desaparecidos, dictadura, hijos y nietos desaparecidos, a muchos nos tiembla la voz. Yo particularmente, no puedo hablar del tema sin llorar. Y porque quiero que no vuelva a ocurrir nunca más una cosa similar, quiero que mis hijos conozcan muy bien la historia, sepan claramente de qué hablamos cuando hablamos de autoritarismo y cuánto hay que valorar la democracia y los derechos humanos.

Pero claro, como pasa con muchos otros temas: no se encuentra fácilmente el momento de hablar en familia sobre esto. Entre ir y venir de la escuela, hacer los deberes, comprar útiles y ropa, cenar, bañarse… ¿cuándo y cómo empezar con algo tan movilizante?

Por eso quise tener este libro en la biblioteca de los chicos para que ellos un día lo tomen, lo hojeen, se dejen atrapar o no por las historias y entonces sí, que lluevan las preguntas. Ellos sólos sabrán cuándo es el momento de hablar sobre este tema tan doloroso y necesario de conocer.

Algunas páginas del libro

Mi última lectura: Liova corre hacia el poder

Liova corre hacia el poder, de Marcos Aguinis

Tengo un poco abandonada mi sección de libros y lecturas, pero es que cuando hay mucho trabajo hay poco tiempo para la lectura…

Mi última exquisitez literaria fue “Liova corre hacia el poder”, de Marcos Aguinis.

Esta  novela narra la infancia de Trotsky, primero desde la visión de su madre, su padre y otras personas de su entorno, y después desde su propia mirada.

El relato concluye con la revolución de 1917 y la llegada de Trotsky al poder.

El libro me gustó muchísimo, realmente me atrapó la historia y me acercó a un personaje del que apenas conocía alguna cosa.

Disfruté de toda la historia, aunque sufrí por su primera mujer, Alexandra, a quien deja a pedido de ella misma en Siberia para continuar con la revolución, pero según esta novela, nunca se reencuentran como pareja.

Uno de los pasajes que más me impresionó fue este donde se muestra hasta qué punto la miseria predominaba en la Rusia zarista, condición que, sumada a la guerra, desató la lucha de clases en ese país:

“…Al día siguiente se produjo una huelga llena de resentimiento. Los labriegos se tumbaron bajo los árboles para demostrarle a mi padre su profundo disgusto. Ya no peleaban, sino que se convertían en una parte agónica de la naturaleza. Mamá rogó a papá que contemporizara, pero él insistía que no era bueno aflojar ante una pandilla que había arrastrado a gente pacífica. Mamá se rebeló, como de costumbre. Pidió ayuda a varias mujeres para cocinar en grandes ollas el popular borsht, una casha espesa y, además, pasteles de mijo. Luego llevaron la comida en un carro hacia la multitud tendida bajo los árboles. Fueron recibidas con hostilidad, pero aceptaron el obsequio. Con Víctor me arriesgué a introducirme entre los peones. Deambulamos un par de horas. Escuché que varios se quejaban de no tener dónde dormir, otros que no podían alimentar a sus familias. Algunos eran viejos y nervudos, con la piel agrietada por el sol del verano y el hielo del invierno. Los más favorecidos estaban acompañados por una mujer y algunos hijos. La mayoría había llegado a pie desde lejos, alimentándose con raíces; no se diferenciaban de los animales. Era cierto, no se diferenciaban de los animales y por primera vez tomé conciencia de algo tan horrible. Mamá les aseguró que iba a entregarles melones, leche cuajada y pescado seco si levantaban la huelga. Al rato la huelga era levantada. Besé a mamá, la verdadera triunfadora de esta guerra sin heroísmo. Pero faltaba una consecuencia. Una consecuencia inesperada e increíble. Atraída por el olor de la comida emergió en el horizonte una ancha línea de espectros que avanzaba con las manos tendidas hacia delante. Como los ciegos. ¿Como los ciegos? ¡Eran ciegos de verdad! Habían perdido la vista por desnutrición crónica. Brotaban de la tierra como emponzoñados hongos después de una lluvia. Caminaban vacilantes,chocaban entre sí. Algunos se desplomaban y eran abandonados como si fuesen excrementos. Su destino no era otro que pudrirse sobre la estepa y ser comidos por las aves de rapiña. Sin cesar, con paso de autómatas, avanzaban hacia nosotros. Formaban una alucinante legión de cadáveres. Pero sus figuras de pesadilla no generaron lástima entre los peones, porque tratarían de quitarles sus exiguas raciones. Los labriegos sepusieron de pie y empezaron a echarlos como si fuesen langostas. Los empujaban y les pegaban con trapos y palas. Escupían, insultaban….” 

Duelo

-Mamá, ya tenemos e-book reader.

El anuncio de mi hija sobre el regalo que recibieron (un lector de libros electrónicos para compartir entre mis dos hijos), coincidió con el día en que llegó la biblioteca nueva en la que empecé -como casi último paso de mi mudanza- a organizar los libros, separándolos entre los libros de los chicos y los míos.

Cientos de libros traídos desde la casa anterior, muchísimos de cada editorial, del mismo tamaño y distintos colores, hermosos, perfumados, prolijitos, alineados en cubos de 30 x 30 cm. Otros tantos de distintos tamaños, viejitos libros hermosos que leímos desde el nacimiento de mi primer hijo, hace 12 años. Libros heredados de mi infancia. Libros con los que lloramos, libros con los que reímos repitiendo los chistes durante almuerzos y cenas, libros que leímos frente a un grabador -conservo todavía algunos audios-.

Y esa sensación de creerme millonaria nadando en ese mar de libros. Sí, para mí ordenar todos esos libros es mucho más hermoso que contar billetes. Es manipular historias hermosas que pudieron vivir mis hijos -en soledad o en familia- en algún precioso momento de su infancia.

Ahora tenemos e-book reader. ¿Y entonces? ¿En qué se va a convertir nuestra biblioteca? ¿En una estantería de recuerdos?

Siento que mis millones se transformaron en papeles en blanco, siento que cerró el casino y me quedé con cientos de inútiles fichas, siento que todos esos libros son ahora adornos que juntan ácaros, y que le serían más útiles a otra persona, a una escuela tal vez. Pero me niego a desprenderme de ellos. Por primera vez me reconozco coleccionista de algo. Y así como tiré mi colección de boletos o mis álbumes de figuritas, colecciones que no prosperaron y me aburrieron, me niego a regalar mi álbum de libros, y me duele sentir que nunca más voy a comprar un libro de papel o una revista.

Estoy elaborando un duelo, y es el de la pérdida de sentido del libro como objeto de papel. Aunque festejo y disfruto de lo que viene, me duele detener el crecimiento de ese tesoro que es mi biblioteca. Ya no va a quedar inmortalizado en un objeto visible cada libro que lea. Tendré que reaprender el placer de la lectura y de mirar lo leído desde otro lugar, sin medir mi cultura en kilos de papel.  No creo que sea fácil. Pero estoy segura de que es inevitable.

Algunos desparejos libros míosLibros que no entraron todavía en ninguna bibliotecaLos impecables libros de mis hijosEl mueble nuevo para libros y juegos de mesaOrdenando más y más libros

 

Los futuros que vienen (II)

Quiero recomendar la lectura de este libro a todas aquellas personas interesadas en entender algo acerca de nuestra época:
“Los futuros que vienen, La descomposición global y la importancia de la comunidad en el siglo XXI”
Por empezar, ya se siente algo diferente el leer esta primera página donde dice “Este libro fue escrito en 2010 por David de Ugarte, socio del Grupo Cooperativo de las Indias, quien lo cede al dominio público.”
El libro empieza analizando el futuro que vivimos allá por las épocas neoliberales… El capitalismo que iba a venir, la promesa de la globalización.
¿Qué fue lo que torció el rumbo de esa promesa de futuro globalizado? Nada, es que ese futuro no existía. ¿Quién dijo que el futuro era una sola línea, quién dijo que todos podemos pensar lo que vendrá en los mismos términos?
Al terminar de leer este libro, cerrarlo y observarlo uno termina de entender el título: Los futuros que vienen, que no son el futuro que nos prometieron de chicos ni el que nos vendieron los neoliberales, tampoco aquellas distopías que los punks o las películas como 1984 nos mostraban con amargura…

En apenas una década, las redes distribuidas habían impuesto modos alternativos de generar y distribuir información, productos culturales y conocimiento técnico; su extensión social había abierto paso a nuevas formas nuevas formas de movilización y estas habían a su vez generado terremotos políticos.

A los que vivimos en una no-nación, comunicándonos diariamente con gente de todo el mundo, comprando en comercios virtuales y a la vez saludando a los vecinos del barrio, de toda la vida, este libro nos explica qué nos está pasando -no exactamente para nuestra tranquilidad-:

El futuro fue la primera víctima de las redes distribuidas. El futuro como teleología universal, como esperanza igual para todos, ha muerto.

El padrino, Sarkozy y Obama, el ciberpunk, la Web 2.0, la burbuja de las puntocom, la Wikipedia, Facebook, los blogs… cómo se mezclan todos estos elementos para crear esta certeza de que ya no hay certezas.

Me gustó mucho este libro.

Libro Los futuros que vienen, junto al sobre en que me llegó por correo.

Hace algo más de un mes publiqué en este blog un comentario sobre el libro de David de Ugarte, Los futuros que vienen, relacionado más con el tema de los e-books que con el contenido del libro que aún no había leído.
Hace algo más de un mes recibí el libro en mi casa, por correo, en un hermoso sobre verde, dedicado por el autor… ¡¡Qué emoción!! Pocas cosas son más lindas que tener un libro nuevo, pero cuando viene cruzando el océano y enviado por el propio autor, se trata de una verdadera joya en la biblioteca.

Los futuros que vienen -y comentario sobre libros, lectores, y software lector-

Los futuros que vienen

Hace unos días me escribió David de Ugarte, de Sociedad Cooperativa de las Indias Electrónicas, comentándome que estaba presentando su nuevo trabajo:

Los futuros que vienen

Lo primero que me pasó, es que me sorprendió el formato en el que el libro está disponible para su descarga: epub. El formato de esos aparatitos que sólo sirven para leer un libro y cuestan igual que una computadora (al menos, en mi país).

Aprendí de Federico Heinz que llamar libros electrónicos a “eso” es como llamar “triciclos alados” a los aviones. Después tuve en mis manos algún que otro lector de “eso” y la verdad es que son unos aparatitos hermosos, livianos, agradables… en cuanto bajen de precio los lectores que usan software libre, seguramente estará en mi lista de deseos

Sin embargo, no hace falta tener uno de esos dispositivos para leer este libro y muchos otros; basta con descargar o instalar un lector de formato epub y listo!
Un breve listado de recursos:

  • FBreader – lector de libros electrónicos
  • FBreaderJ – lector de libros electrónicos para Android
  • Calibre – gestor y conversor de libros electrónicos
  • Sygil – editor de libros electrónicos

Falta algo importante: mi comentario sobre el libro. No puedo todavía expresar mi opinión porque apenas tuve tiempo de leerlo. Me lo llevo como tarea para las vacaciones 🙂

Sol de patio, de Alejandro Martino

Termino de leer Sol de patio, de Alejandro Martino.

Sonrisas, risas, y muchas lágrimas. Mar del Plata, primos, abuelos, “Piluso”, tardes de patio -patio de casa, patio de escuela-, clubes de barrio, Isabel Sarli, Brizuela Méndez y una historia con un comienzo, desarrollo y final igualmente mágicos.

¡Cómo me gustó este libro!

No me alcanza con una sola vida

No soporto vivir en un solo mundo. Es muy poco para mí.

Por eso viajo todas las noches con un libro a algún lugar de la historia o del universo.

Estas son mis últimas lecturas:

Wilt, de Tom Sharpe. Muy gracioso. La historia de un profesor que todas las noches, mientras pasea al perro, planea diferentes maneras de asesinar a su mujer… ¡y le sale muy mal! (típica historia de las que no podrían ocurrir si hubiera existido el celular… pero bueh, hay que acordarse que es de los ’70)

Los propios dioses, de Isaac Asimov. Me gustó mucho. Son tres relatos diferentes sobre un mismo hecho. Paralelamente al movimiento de introducción, nudo y desenlace hay un viaje a la tierra, a otro universo paralelo, y a la luna colonizada por seres humanos. Por supuesto, incluye algo de romance (si no, ¡qué aburrido!).

Monólogos de la vagina, de Eve Ensler. Impactante. Un libro sobre la mujer. Debe ser leído por todas las mujeres para conocer más sobre su propia identidad. Pero también por los hombres, para respetar y comprender a sus madres, hermanas, parejas, vecinas, abuelas…

El secreto de los flamencos, de Federico Andahazi. Una historia de terror ambientada en la edad media. Su final es verdaderamente inesperado (no insistas, no te puedo adelantar nada). Hay que conocer un poquito sobre quiénes fueron los pintores flamencos.

Ahora estoy leyendo Macbeth, de William Shakespeare. Me gustó mucho la explicación que acompaña a la obra, pero leer el guión teatral de una obra tan antigua no es nada divertido. Creo que lo voy a abandonar.

Para saber qué más estuve leyendo este año: Libros para recomendar o Lecturas.