Hace muchos años que tengo el honor de dar diversas charlas en eventos vinculados con el software libre, con la educación, o con ambas. Incluso he organizado varios de estos eventos, junto a otros profesionales muy queridos y muy capaces.
Los años, la experiencia, y sobre todo los fracasos me fueron mostrando que en mis charlas sobre Accesibilidad web, los asistentes eran pocos, y si bien solía interesarles el tema en el momento, lo aprendido solía quedar en esa hora y en ese lugar, si lograr encender la llama de la curiosidad y el deseo de profundizar (salvo honrosas excepciones, de gente super interesante con la que continúo en contacto).
Sin embargo, cuando comencé a crear grupos y a dar charlas vinculadas -por ejemplo- con Moodle, el éxito fue inmediato. ¿Cuál era la diferencia? ¿Por qué todo el mundo quería saber sobre Moodle y nadie sobre accesibilidad web? ¿Es que a la gente no le interesa que aquellas personas que tienen alguna limitación para moverse puedan hacer trámites por internet, comprar en el supermercado virtual y estudiar desde su casa?
Crear sitios accesibles es un tema realmente complejo. Hay que aprender, hay que saber, hay que informarse. Y tanto esfuerzo, tanta energía, ¿para qué? Para algo tan importante como no dejar a nadie afuera.
Las personas con discapacidad no tiene necesidades especiales: como me lo enseñó Jarmila Havlik (nunca olvido sus enseñanzas), las personas con discapacidad necesitan soluciones especiales para las mismas necesidades que tenemos todos los seres humanos: trabajar, estudiar, hacer nuestros trámites, y sobre todo, valernos por nosotros mismos. Y es eso lo que necesitan quienes se ven beneficiados por la accesibilidad web. Un discapacitado visual, una persona sorda, alguien con movimientos poco controlados, con epilepsia fotosensible, con un yeso en un brazo, con un mouse que no funciona, o amamantando a un bebé… ¿no merecen nuestro esfuerzo?
Y ahora, retomando el título del post, me pregunto ¿Cómo ganar dinero con la accesibilidad web? Digo, me lo pregunto porque no tengo ni la menor idea, pero lo único de lo que sí estoy segura, es que el dinero moviliza a la gente, convoca y motiva; no así la sensibilidad social o el deseo de hacer mejor la vida de los otros. Si alguien tiene la respuesta a mi pregunta, le pido que la comparta; a ver si logramos que la accesibilidad empiece a salir en la tele y a enseñarse en las academias…
Dedicado a Martín Baldassarre, y a Claudio Segovia, amigos que no dejan de poner energías en esto que a veces parece una lucha contra molinos de viento. Inspirada por una charla con Pablo Medrano.