¿Para qué uso Twitter? ¿Para qué uso Facebook?

Esta semana participé de algunas conversaciones sobre el tema, donde se discutía por ejemplo para qué tener twitter, si no era simplemente algo que te da trabajo y te llena de mensajes, o si es bueno o malo publicar lo mismo en Twitter que en Facebook…

Todo esto me hizo reflexionar acerca de cómo uso yo ambas redes, y esto fue lo que pensé:

Yo, en lo personal, en Twitter:

  • Invito a mis seguidores a leer mi blog
  • Comento la música que estucho en GrooveShark, comparto algún video de YouTube
  • Publico alguna frase o alguna foto que me parece ingeniosa, graciosa, o simplemente, anecdótica
  • Leo cada tanto algunas publicaciones, al azar, las que pueda, y si las publicaciones de alguien me resultan interesantes, entro a su perfil y leo su línea de tiempo
  • Leo las últimas noticias, el estado del tiempo o del tránsito, y me entero antes que nadie de cosas muy importantes de mi país y de otros países

En Facebook, en cambio:

  • Tengo organizados grupos de usuarios: mis amigos, mi familia, mis colegas
  • Publico fotos de mis hijos en privado para mi familia,
  • Comparto herramientas o artículos sobre informática educativa con mis colegas,
  • Publico o replico chistes o comentarios políticos, a veces públicamente, a veces sólo para mis amigos
  • Pertenezco a grupos como la Red Crear, Rededuca, u otros que yo misma creé: La comunidad de usuarios de Huayra, Padres en Red, Bolsa de trabajo de docentes de Argentina.
  • A veces juego con mis hijos a algún trivia, o les doy puntos a sus juegos aceptando sus invitaciones

Ambas redes son diferentes, pero muchas cosas yo las publico en las dos, utilizando Selective Twitts

Evidentemente soy una usuaria más acitiva de Facebook que de Twitter, y esto, me parece, tiene que ver con cómo me gusta interactuar mucho más con grupos de personas que con usuarios particulares, coleccionar publicaciones para futuras referencias y también, divertirme y distraerme con todo tipo de publicaciones (videos, imágenes, etc.)

Para cerrar con un poco de humor, este video que muestra cómo sería nuestra vida haciendo las mismas cosas en las mismas redes… pero sin celular.

¿Moocs? No, gracias. Prefiero los Grupos Abiertos de Aprendizaje Colaborativo.

Hace un buen tiempo vengo leyendo acerca de los MOOCS: Masive On Line Open Courses (Cursos Abiertos Masivos en línea).
Desde un primer momento pensé: ¡Qué bueno! ¡Un curso abierto! ¡Uno no, son muchos! ¡Qué bueno!
Me anoté en alguno que abandoné en seguida, pero seguí con la idea en la cabeza.

Un día me di cuenta de que yo tenía ya algo como lo que pensaba que eran los MOOCS: en el año 2009, yo creé el grupo de autoformación sobre administración de Moodle. Fue todo un éxito, mucha gente aprendió a administrar sus plataformas a partir de ese grupo. Y hace unos meses, creé un segundo grupo de aprendizaje colaborativo, que aún tiene pocos participantes pero que estoy segura que crecerá.

Últimamente andaba con ganas de ponerle otro nombre al grupo, y de crear un MOOC sobre otro tema también.

Pero hoy, gracias a Alejandro Tortolini en la red Crear, leí este artículo y se me vino el MOOC abajo:
La falsa disrupción de los MOOC: La invasión de un modelo obsoleto (Juan José Calderón Amador – Universidad de Sevilla, Ainhoa Ezeiza – Universidad del País Vasco, Mertxe Jimeno Badiola – CPES Nazaret BHIP. Donostia)

El documento dice en su resumen:

“Los MOOC (Massive Open Online Courses o cursos abiertos masivos online) se plantean como una
gran disrupción en Educación Superior, idea que se ha difundido en muy poco tiempo a través de medios profesionales, mass media y canales gubernamentales y universitarios.

Sin embargo, en un análisis crítico de la disrupción que suponen, vemos que si bien no presentan ninguna novedad en el campo del aprendizaje en red, suponen una invasión de los espacios de aprendizaje por parte de grandes empresas y fundaciones que entienden la educación como un objetivo de mercado. Vemos en los MOOC grandes riesgos de masificación de la enseñanza, uniformización cultural y científica y especulación económica, y esta visión se apoya en el análisis del recorrido de los MOOC desde su inicio en 2008 hasta la actualidad, en 2013 y en la experiencia del equipo de autores en torno al e­learning.”

Y entonces me pregunté: ¿Cómo no lo vi antes? Por supuesto, encantada con la idea de un paradigma diferente, abierto (o acaso no dice ahí “abierto”?), no observé el resto de los elementos que diferencian en mucho un MOOC a lo que yo en realidad busco con mi grupo de Aprendizaje Colaborativo.

Vamos a comparar: los MOOC versus un Grupo de Aprendizaje Abierto y Colaborativo, (podríamos llamarlo GAAC, nombre que acabo de crear para realizar esta comparación… porque parece que si algo no tiene su nombre con siglas al estilo anglosajón, no existe).

  • Curso versus Grupo: los MOOC están centrados en el contenido, lo que brindan es contenido y nada más que contenido… y mucho renombre de las instituciones que los brindan. Los grupos de aprendizaje abiertos y colaborativos, están centrados en las personas que quieren aprender; son grupos de personas que buscan, de forma proactiva, y en colaboración con otras personas en la misma situación, aprender y a la vez colaborar explicando a otras personas lo aprendido. No hay un único poseedor del saber: en el aprendizaje colaborativo, todos sus integrantes son poseedores de una parte del saber.

Mooc versus Grupo de aprendizaje abierto colaborativo

 

  • Open… ¿eso es bueno o malo? Si tomamos la palabra “Open” como “Abierto”, sí, parece ser bueno. Sin embargo, al leer el texto mencionado anteriormente se puede comprender que hay varios elementos negativos al abrir al mundo la educación universitaria de un país, y pensando en un curso cuyo contenido está escrito de antemano y no es producido por sus participantes:

Si bien se plantean los MOOC para facilitar el aprendizaje de cualquier persona en cualquier parte del mundo (acceso universal al conocimiento) y para que “los participantes incrementen su capital personal y su atractivo para el mercado de trabajo” (McAuley et al., 2011:43), la participación es baja y el índice de abandono, alto o muy alto. Los estudiantes participantes se muestran desorientados y sobrecargados, tienen baja probabilidad de interacción con expertos u orientadores, poca socialización real y poca profundidad en las interacciones; el abandono genera frustración en relación a sus capacidades, ya que estos cursos normalmente no señalan ningún nivel inicial de conocimiento en el acceso. (…) Finalmente, hay que tener en cuenta la brecha cultural y lingüística entre los participantes, que supone la adaptación de los participantes, en muchos casos de carácter internacional, a la lengua y la cultura del proveedor de los cursos.

En cambio, en un grupo de aprendizaje abierto y colaborativo, el contenido suele estar producido en gran parte por sus participantes, por la interacción entre ellos, que colaboran con sus preguntas y sus respuestas, recomendando enlaces interesantes o comentando experiencias. Lo que se viene haciendo hace décadas en las listas de correo, en fin.

  • Open… ¿para siempre? Por otra parte, en el mismo texto se menciona de qué manera estos MOOC comienzan a mostrar su lado comercial al comenzar a crear carreras en modalidad MOOC que permiten a las Universidades tener alumnos (clientes) de cualquier lugar del mundo.

En conclusión:

MOOCS: Colonialismo, mercantilismo en la educación, educación centrada en los contenidos, no se toma en cuenta la diversidad, y en definitiva, no se está ahí para aprender sino para obtener un certificado.

Grupos de Aprendizaje Abiertos y Colaborativos: Relaciones entre pares, construcción del conocimiento, innovación y fluidez de los contenidos, aprendizaje autónomo y fomento de la cooperación y no de la competencia.

 

 

 

Mapas conceptuales, mapas mentales

Esta semana por diferentes motivos encontré nuevas herramientas para realizar mapas conceptuales o mentales.
Primero, hagamos una distinción, y para ello vamos a citar a Wikipedia:

Un mapa mental es un diagrama usado para representar las palabras, ideas, tareas y dibujos u otros conceptos ligados y dispuestos radialmente alrededor de una palabra clave o de una idea central. Los mapas mentales son un método muy eficaz para extraer y memorizar información. Son una forma lógica y creativa de tomar notas y expresar ideas que consiste, literalmente, en cartografiar sus reflexiones sobre un tema. Se utiliza para la generación, visualización, estructura, y clasificación taxonómica de las ideas, y como ayuda interna para el estudio, planificación, organización, resolución de problemas, toma de decisiones y escritura.

Fuente: Mapa mental – Wikipedia

Mapa conceptual es una técnica usada para la representación gráfica del conocimiento. Un mapa conceptual es una red de conceptos. En la red, los nodos representan los conceptos, y los enlaces los relacionan entre los conceptos.

Fuente: Mapa conceptual – Wikipedia

A nivel de software podríamos diferenciarlos de la siguiente manera: si nos permite escribir conceptos en nodos, podemos usarlo para hacer mapas mentales. Si además el programa nos permite escribir las relaciones entre los conceptos, ubicadas en los enlaces, con ese programa podemos crear tanto mapas conceptuales como mapas mentales.

Mapas

Aquí, una pequeña recopilación de herramientas para realizar mapas mentales o conceptuales, ordenadas de acuerdo a cómo las fui conociendo yo (es decir, desde la primera que conocí hasta la más novedosa):

CmapTools – Mapas conceptuales. La herramienta por excelencia para este tipo de mapas. Su licencia no es libre, pero es un software gratuito.

FreeMind – Mapas mentales. Mi favorita en cuanto a que es libre, aunque no permite poner conceptos en los enlaces entre los nodos.

Bubbl.us – Mapas conceptuales (en línea) – Me gustó mucho la facilidad con la cual se realizan los mapas, y el hecho de estar en línea (no se instala nada, simplemente se accede al link y se empieza a crear).

Tex2mindmap – Mapas mentales (en línea) – Se puede crear un texto indentado, y a partir de ese texto el programa arma un mapa mental. Me sorprendió mucho la facilidad para relacionar la estructura de un texto y su representación como mapa mental. Además, tampoco es necesario instalar nada.

Text to mindmap

Más herramientas: Relpe – Mapas mentales

Noticia de último momento: Mapas mentales en Google Drive [Agregado el 18/7/13]