Las industrias le dan la espalda al río y allí arrojan sus desechos. Los inspectores que controlan a las industrias no ven la parte de atrás (tal vez los malos olores les impidan acercarse a los caños que salen al Riachuelo).
Nuestro río hace décadas que no tiene vida, pero ahora transporta muerte en sus negras aguas.
Cuando se conoce la solución para los problemas de la humanidad pero no se utiliza, cuando se ven familias enteras muriendo por enfermedades causadas por la contaminación, cuando nuestros hijos sufren más alergia, más enfermedades pulmonares y de la piel… ¿por qué no hacemos nada?
Nuestra contaminación es Industria Argentina. Toda la sociedad mira para otro lado mientras consume los productos cuyos residuos ensuciaron nuestra ciudad y nuestro aire. Somos nosotros los responsables de tanta enfermedad y muerte.