Luis Alberto Lecuna es una persona a la que yo admiro. Hizo muchas cosas muy importantes en su vida. Por suerte, solemos intercambiar todo tipo de materiales y reflexiones.
Luis escribió este artículo sobre los reclamos docentes, y esta es mi respuesta:
Lo que yo creo es que para resolver los problemas del sistema educativo en Argentina no basta con el dinero, pero es la única forma de empezar.
Los docentes ganan mal, trabajan demasiado. Cuando yo tenía dos grados, uno en Devoto y otro en Barrio Norte, almorzaba en el colectivo. Obviamente estaba cansada y me dormía en el grado de la tarde (que era en una escuela del estado). Lloraba haciendo informes los fines de semana para el colegio privado que me exigía mucho más de lo que me daba.
Mis últimos años de escuela fueron como profe de informática. Pero los chicos cada vez estaban más desinteresados y se
pegaban enfrente mío. ¿Qué les importaba que yo llevara una webquest maravillosa? (¡si sus padres se habían gritado toda la tarde anterior y nadie miraba sus notas!) ¿Qué les interesaba el robotito que estábamos armando? (¡si habían estado ahí todo el día porque sus padres trabajaban demasiado y tenían robótica para “hacer tiempo”!).
Muchos problemas de nuestra educación son cuestión de dinero: un mejor gabinete psicopedagógico hubiera logrado mejores condiciones en estos chicos, más dinero para tener grupos menos numerosos mejorarían la personalización de la enseñanza, y un docente que puede viajar en su propio auto puede estar más contento con su realidad. (Valeria: no me olvido de todas las veces que me llevaste en tu auto, ¡gracias!)
Hoy en día (trabajando como licenciada en educación) me compro todos los libros que quiero, leo todo lo que puedo: tengo dinero y tiempo. No tenía eso cuando trabajaba como docente en dos escuelas. ¡Y ya tenía dos títulos! (Y hubiera necesitado leer más….)
Puedo seguir nombrando cientos de cosas que se resolverían con dinero. Y sé que después vendrían otras tantas cosas que se resolverían desde el docente con estudio, con capacitación, y desde el Estado con un buen curriculum, con buenas decisiones (por ejemplo, usando software libre en educación). En eso sí coincido con Luis. Hay muchísimo para hacer por este sistema educativo.
Pero estoy segura de que nada de nada se puede hacer en forma seria si no hay dinero.
El círculo se rompe aumentando los sueldos y el presupuesto para la educación, en general. Y después, a trabajar.