Después de arduos debates infructuosos sobre la realidad del trabajo docente noté que la gente suele ser muy sensible a las historias personales, individuales, especiales… pero al hablar de la profesión en general, se hace difícil que entiendan cuán duro es el trabajo docente, cuántos aspectos diferentes moviliza en una persona que debe estar bien capacitada, actualizada en todos los contenidos que dicta, actualizada en metodologías y didácticas, en tecnología, además ser humana, tener valores, querer, dejarse querer, comprender pero exigir, estar atenta pero a veces mirar un poco para otro lado, responder al proyecto institucional pero tener en cuenta la individualidad de los alumnos y la historia del grupo, los pedidos del padre y las directivas gubernamentales, las exigencias de los directivos y la formación personal…
¿Existe algún trabajo más difícil que el de ser docente? Lo dudo.
Para reflejar al menos un poco la complejidad del trabajo docente es que pensé en crear este espacio: Relatos de docentes (en primera persona).
Invito a todos los docentes que tengan una historia cómica, triste, dulce o dramática, es decir, cualquier tipo de historia que hable sobre alguno de los aspectos de nuestro trabajo, a que envíen sus historias o se creen un usuario en el blog para pertenecer al equipo.
Mes: febrero 2011
Masa crítica en Buenos Aires: ciclistas en acción
Gracias al brillante blog de Irene Fernández me enteré de la existencia de este movimiento llamado la Masa Crítica:
Un mundo sin autos, en donde todos viajan en bicicleta, donde se escuchan las hojas de los árboles, los pájaros y donde podés charlar con el ciclista de al lado, porque no hay nada que te separe de él, solo aire.
Suena muy idealista, pero una vez al mes, el primer domingo, los que amamos y disfrutamos la bici hacemos un paseo sin destino, juntos, solo por el disfrute de andar.
Y resulta que somos muchos, cientos, y entonces en ese momento, por unas horas, la ciudad es de las bicis y el sueño se hace realidad.Este encuentro se llama Masa Crítica. Se hace en todas partes del mundo, es la celebración de la bicicleta, un paseo o una fiesta en movimiento. No tiene líderes y cualquiera puede organizarlo. Solo hay que encontrarse en bici y disfrutar.
En el sitio web de la Masa Crítica en Buenos Aires puede encontrarse más información.
Mañana -Viernes 18, 21 hs. en el Obelisco- voy a asistir a mi primera masa crítica, que será nocturna por ser noche de luna llena:
Los blogs son unos maleducados: una presentación imperdible
Esta presentación de Alfonso Alcántara es imperdible para quienes defendemos el uso de esta herramienta en educación. Pego aquí la transcripción de los textos para quienes no pueden acceder a la presentación.
Cómo hacer que suene tu violín nuevo
Hoy, exactamente un mes antes de mi cumple, me compré mi regalo: un violín (sencillo, económico, chiquito para que le sirva a toda la familia…).
La experiencia puede resultar frustrante para cualquiera que no tenga la menor idea, como era mi caso. Al vendedor le hice dos o tres preguntas pero ya me daba vergüenza seguir, así que decidí usar mi capacidad de búsqueda en la web y así fui encontrando respuesta a cada una de mis preguntas. La principal pregunta es “Cómo hago para que suene mi violín”, pero se encuentran tantas respuestas que decidí reunir todas las ayudas en este post.
Primero:
Las cuerdas del violín vienen desafinadas, enganchadas a un costado, y el puente no está en su lugar. Es decir que el primer paso va a ser desenganchar esas cuerdas, aflojarlas (usando la clavija, que no es como la de la guitarra porque hay que sacar un poco cada clavija, girar y luego presionar para trabar debido a que son cónicas) y poner el puente, según leí, con la parte más baja del lado de la cuerda más aguda. En este video se ven bien esos primeros pasos.
Segundo:
Afinar el violín, ajustando primero las clavijas y después los microafinadores. No está nada mal ver algunos videos que explican los nombres de las partes del violín y cómo debe sonar un violín afinado. Yo todavía no lo afiné bien, tengo miedo de romper una cuerda. Voy a esperar a leer más, pero sí logré tener algo parecido a unas cuerdas afinadas.
Tercero:
Pasarle resina al arco. La resina (al menos la que me vendieron a mí, porque según leo en los foros hay de diferentes tipos) parece un jabón de juguete, no parece despedir nada de polvo ni de cera ni nada. Por eso leí en algunos foros que conviene empezar raspándola con una lija fina o con algo que le quite esa capa exterior resbalosa.
El arco tiene un tornillo que afloja o tensa las cerdas. Para pasar la resina debe estar bien tenso. Yo tuve que pasar la resina unas… miles de veces hasta que al fin lograra escuchar algún sonido en mi violín. Recién logré que el violín sonara como violín cuando raspé con un cuchillo la superficie de la resina, dejando caer el polvo sobre las cerdas y después le pasé nuevamente la resina.
Ahora me queda aprender a tocar el violín. Encontré varias ayudas en la web, pero supongo que empezaré leyendo este curso de violín de Wikiversidad. También hay muchos en Youtube, poniendo simplemente “curso de violín”, o “cómo afinar el violín”, etc.