“Hoy trabajo en casa, qué bueno”
Tengo abiertas 15 pestañas en Firefox y tres en Chrome (trabajos de los alumnos en Google Drive, que se ven mejor con Chrome).
Voy recorriendo los foros de los cuatro cursos, y anotando en sus respectivas cuatro hojas de cálculo mis apuntes sobre las participaciones de cada uno.
Un alumno me envía mensajes privados conversando sobre educación especial y la realidad de las escuelas del país; yo disfruto la charla, que me parece de lo más interesante. Como siempre, terminamos hablando de política. Apasionante.
Otro alumno (dos en realidad) me escriben en tono de reto porque hace mucho que enviaron sus trabajos y todavía no tienen las notas (“¿mucho? Hace una semana que di la consigna…”).
También hay alumnos que me dicen que no tienen instalado el programa tal o cual y que entonces qué hacen (“instalarlo”, sería la respuesta, pero utilizo muchas más palabras e incluso un link para ayudarlos…). Otros responden a cualquier consigna con “en mi escuela no recibimos las netbooks” (¡Hay vida más allá de las netbooks!).
Hay trabajos grupales donde una persona brilla por su ausencia, extraño concepto de grupo. Hay trabajos brillantes, espectaculares, increíblemente buenos.
¡Plim! Entra un mensaje en el chat de Google (Gtalk): “Hola Iris, quería saber si te llegó mi trabajo” (Qué raro que me escriban por acá…)
Tengo dos avisos de Google+ “Te agregaron a sus círculos…” ¡Oia! ¡Mis alumnos me agregan a sus círculos de Google+! ¡Qué bueno!
Un alumno me dice que me quedó bien el nuevo look… ¿Cómo sabe? ¿Lo tengo en Facebook? ¡No! Y bueno, misterio sin resolver… ¡Da miedo!
¡Plim! Entra un mensaje en la plataforma… una alumna que pregunta si está a tiempo de hacer las doscientas cositas que tiene retrasadas. “Sí, adelante, tenés tres días” (siempre hay que dar oportunidades)
Un alumno me sigue en Twitter.
Otro me comenta en mi blog.
Me alejo un rato de la compu y “Pim”, ruidito en el celular… ¡un alumno! ¡Pero caramba! Claro… tengo todo en el celular: mails, Facebook, Twitter… los alumnos salen por todos lados, son omnipresentes, la ubicuidad de la enseñanza es una realidad cotidiana en mi casa!
Adoro mi trabajo. Me encanta conocer gente de todo el mundo con realidades tan diferentes y con las mismas problemáticas que se repiten… ¿cómo utilizar las TIC en el aula?
Mis hijos duermen, el silencio reina en el edificio y veo como todas las noches que siguen entrando mensajes… pero esos mensajes quedarán para mañana, ya no puedo más. Por suerte, mañana trabajo en el colegio…
Ja, ja, ja, ¡Cómo te comprendo! No sé si esto de las TIC nos ha beneficiado tanto… Lo peor es luego llegar al instituto y que un colega te pregunte ¿qué tal el finde?
¡Es cierto! Todos bronceados por el sol y nosotros con el bronceado del monitor…. 🙂 ¡Saludos!
Jaja Iris,.. y además, tengo mala conexión, se me rompió la netbook, me pueden dar más días porque tengo trabajo en las escuelas y poco tiempo, y por supuesto no me faltó el pastor que en cada post nos dejaba un mensaje de reflexión, o Fernando que pedía que cuando me dirigiera a él lo llamara Fernanda porque se sentía más identificado/a opté por poner “Hola Fer ” , 18 horas sentada en la PC, tuve que comprarme ( y juro es verdad) un almohadón en forma de neumático de moto chica..porque se me borraba la identidad. En cuanto a los paracaidistas..siempre ando con mi cuchillo de rambo entre los dientes pero me salta desde adentro la palabra inclusión, inclusión. Para finalizar…amo mi trabajo y amo a mis alumnos también..agradezco a la vida estar haciendo lo que me apasiona que es la educación virtual y siempre estoy hasta las últimas consecuencias. Abrazote del alma Fernandez….p/d: por suerte yo no me entiendo con el celular..jaja
¡Qué grande, Lata! Buenísimas tus anécdotas 🙂 🙂 🙂 🙂
Viste… quien diría que al final “la escuela” es un espacio “mas tranquilo…” !!
Berardi Bifo hablaba ya en el 2000 de “esclavismo celular…” y del “cognitariado laboral”… ¿te suena?
ja, jaa! Sí, al final mi trabajo de la escuela es el más tranquilito!! 🙂 🙂 🙂 (Gracias, Carlos!!)
Yo no voy a decir cuál prefiero (la verdad, me costaría mucho elegir), pero te cuento que de Profe en la escuela, me siento muy parecido cuando doy clase presencial en 1er. año de secundaria:
Mi aula 1a1 se compone así:
14 PC de la escuela + 8 net del PSBA de los chicos…
La misma actividad la tengo que explicar en Word2003 (PC), Word2010 (net) y Libre Office (net)… Y dónde están las autoformas profe? y cómo hago las líneas? Y Profe, Profe, Profeeee hace 3hs. que lo estoy llamando (raro, porque tenemos 80 min de clase… 😉
Y luego a los blogs… ahí es un poco más tranqui… Todos en lo mismo…
Ah, no… porque les pedí capturar la pantalla… Las net con Win7 tienen esa maravilla que se llama “Recortes” (siempre originales los nombres de Bill)
Pero en las de la escuela hay WinXP… entonces ahí explico cómo hacerlo con XnView… Y no puedo usar Paint Profe? Si, si querés si… pero son más pasos… No, no yo lo hago enseguida con CTRL+IMP (o algo así que dice otro pibe)…
Así que no sé si prefiero eso o tener varias pestañas y navegadores al mismo tiempo… por lo menos el sonido lo maneja uno… Y no tenés tironeos de la remera, jajaa
Ja, jaa! Tenés razón, Gustavo, yo recuerdo bien esa sensación… eso nos pasa por ser profes que trabajamos con metodología de aula-taller 🙂 🙂 🙂
Además trabajando en casa puedo estar tomando mate, con la ropa que más me guste tener en casa, etc.
Pero la verdad, mi trabajo de tutora en otros momentos era mucho más tranquilo… todo depende de la cantidad de alumnos y del nivel en el que se enseñe (este es nivel de pos-título…)
Gracias por pasar y comentar 😉
Me olvidé… en el presencial también tenés los “ah gracias Profe, sos un genio”… Listo, impagable!!!
(encima, dicho por los “nativos digitales”… o sea que debo ser un “semidios digital”, jajajaa)