¡Trece años! ¡Un montón de tiempo!
Y en estos trece años pasaron muchas cosas.
Hoy el entusiasmo que siempre tuve por la informática educativa y por la educación como herramienta transformadora, está herido de gravedad por las noticias que circulan sobre la profesión docente.
Los medios masivos que hoy nos gobiernan instalaron la idea de que los docentes mentimos y “hacemos política”, cuando hablamos hace unos meses del caso de Santiago Maldonado. Lo que yo pienso: “hacer política” es muy bueno. Es analizar la realidad, pensar sobre lo que ocurre.
Una vez que la gente piensa muy mal de todos nosotros, se acepta que nos bajen la jubilación, ya que tenemos una “jubilación de privilegio”. Lo que yo pienso: Todas las jubilaciones deberían ser altas.
También consultan de manera engañosa y fraudulenta sobre si “estarías de acuerdo con crear una universidad docente”… Esta consulta instala en la población la idea de que cualquiera puede opinar sobre formación docente, sin necesidad de haberse formado en el tema. También brinda una falsa sensación de jerarquización, utilizando la palabra “universidad”. Lo que yo pienso: para jerarquizar a los docentes hay que mejorarles sus condiciones de trabajo primero y después dar alternativas de formación diferentes.
Por otra parte, nuestro presidente dice que las Universidades públicas van a tener que hacer un sacrificio… También se preguntó para qué hay “universidades por todos lados?”. Lo que yo pienso: acercar las universidades a la gente favorece la inclusión de muchísima genta para la que antes era imposible continuar los estudios luego del secundario.
En definitiva, quienes nos dedicamos a la educación estamos siendo atacados sistemáticamente por un conjunto de políticas y por una serie de conceptos repetidos por los medios de comunicación y por la opinión pública.
Nos queda la lucha, nos queda la unión. Ojalá logremos no caer tan bajo… Ojalá podamos frenar el retroceso.