Modelos 1 a 1: Una computadora para cada chico

Hace un tiempo empezamos a escuchar hablar del proyecto OLPC, One Laptop per Child, Una computadora por chico. Lo primero que uno piensa es: ¡¡Qué lindo!! ¡Una computadora para cada chico, pobre o rico, todos conectados a Internet o con capacidad de conexión entre las computadoras cercanas!
Sin embargo, si damos un paso más allá en el pensamiento, empiezan las dudas: ¿sirve para algo que el Estado gaste tanto dinero en esto? ¿Hay que ocuparse de la brecha digital o de lo que la causa, es decir, la terrible desigualdad de nuestra sociedad? Si hay que ocuparse, ¿qué otras cosas podrían hacerse con el mismo dinero que acerque la tecnología a los que menos tienen? (por ejemplo, poner computadoras en bibliotecas públicas abiertas las 24 hs.) ¿Cuánto beneficia a los docentes, con su desgastada autoridad, que las computadoras estén en manos de los chicos y que sean ellos los poseedores de un saber que los docentes no tienen? ¿Qué pasa cuando a un chico le roban la computadora, cuando se le rompe, cuando no funciona más la batería? ¿Se llevarán adelante adaptaciones para chicos discapacitados o pertenecientes a alguna cultura minoritaria? Y estos no son todos los planteos, hay muchos más…

Pese a todo, los planes de los diferentes gobiernos están a punto de concretarse. Se está planificando, se están destinando los recursos, se están tomando decisiones. Personalmente, no quiero quedarme afuera de esta movida que tanto tiene que ver con mi profesión.
Por eso, hace más de un año que pertenezco a Sugar Labs Argentina, un grupo de profesionales interesados en el proyecto OLPC y en el sistema Sugar. Somos educadores e informáticos que buscamos informarnos, capacitarnos, investigar y colaborar con los proyectos que ya se están llevando adelante.
También participo -muy poco, por cierto- del blog que coordina Marisa Conde llamado Modelo 1 a 1, donde recolectamos toda la información que vamos recibiendo por diferentes medios.
Las bases ideológicas del proyecto original son muy loables: educación, acceso a las tecnologías, software libre. Sin embargo, como ocurre cada vez que hay dinero en juego, OLPC no es la única alternativa cuando se habla de planes de una computadora por alumno.
Existen otros modelos de computadoras económicas cuyos distribuidores buscan convencer a los gobiernos de su superioridad… pero que fueron fabricadas con objetivos totalmente diferentes al educativo. Y que incluyen software privativo por el que los gobiernos deberían pagar: Windows, MS Office, etc.
¿Es justo que un Estado pague licencias de software cuando existe software libre que es mejor y que no hay que pagar por su uso? Cuando se utiliza software libre, se puede acceder al código, realizar mejoras en el programa y publicar esas mejoras… imaginemos el caso de un chico con una discapacidad especial: sus padres no pueden pedirle a un programador que adapte el sistema para su hijo, porque la licencia de Microsoft no permite realizar modificaciones. ¿Es ético que un Estado pague licencias por usar software del que la comunidad no puede apropiarse?
Por estas y otras preocupaciones, un grupo de organizaciones (entre ellas, Gleducar y Sugar Labs Argentina, a las que pertenezco), redactó este decálogo donde se expresa su punto de vista acerca de algunas decisiones que deben tomarse, para ser presentado ante el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Espero que seamos tomados en cuenta.

Actualización 5-4: Para saber un poco más sobre lo que pasa en España, recomiendo este post de Ordenadores en el Aula.

8 opiniones en “Modelos 1 a 1: Una computadora para cada chico”

  1. Obviamente no es ético ni necesario. Yo estuve en esa reunion y no se, no les creo mucho.
    En teoria, las autoridades parecian muy “copadas” con la idea de que el soft libre se puede manejar al gusto de uno. Pero en la practica, personalmente note que para ellos, el tema de si es libre o no, era menor… en mi blog arme un mini resumen sobre lo que me dejo esta reunion. Estoy medio corto de tiempo , me gustaria dejar una opinion mas larga pero el tema es muy complejo!

  2. vos te hacés demasiadas preguntas presuponiendo, me parece a mí, que al capitalismo de esta época le interesa la educación… jjaja… y sabés qué? yo también me las hago, y si querés te cuento una bien absurda: Este artículo publicado por el portal Educ.ar, dice que Los cibercafés son el principal acceso a Internet en Latinoamérica. No lo dice el Tilo de Olivos ni Betaweblog que son unos revoltosos. El artículo está fechado 04-05-2007. ¿Porqué, sabiendo eso, hay que gastar dinero en computadoras personales? ¿No tiene más sentido dar pequeños créditos para instalar cibers y que se paguen dando horas gratuitas de uso para los alumnos y profesores de las escuelas? ¿No tiene más lógica eso y es menos problemático porque te quita el tema del mantenimiento y la actualización? ¿No promovería más desarrollo de micro Pymes y profesionales de capacitación? Los estados de esta época nos quieren convencer de que la palabra caballo, galopa. No encuentran más cómo disimular que su preocupación mayor es servir a sus amos, que solamente nos quieren vender cosas… Y nosotros somos tan giles…
    beso sister!

  3. Sergio, lo, muchas gracias por sus comentarios.
    Sergio, no creo que no sea ético pero no es necesario. Se está resolviendo un gran problema (brecha digital) ocasionado por otro gigante: la pobreza.

    Daniel, como siempre, impecable lo suyo, brother 🙂

    En realidad no agoté mis cuestionamientos en este post. Otro que me parece válido e importante: ¿tenemos que comprar soluciones del exterior? No valoro la originalidad, me parece muy bien repetir modelos exitosos, pero… ¿y si aprovechamos la enorme cantidad de profesionales de la educación, la infinidad de programadores y los posibles fabricantes de hardware y hacemos un proyecto que dé trabajo y mueva nuestra economía?
    Creo que todavía pueden encontrarse más cuestionamientos a este proyecto.
    De todas formas repito: no por tener una mirada crítica me voy a quedar afuera. Si estoy en el baile, pienso bailar con mi mejor vestido.
    ¡Saludos!

  4. pienso bailar con mi mejor vestido Esa idea la comparto 100%!! Respecto a tus preguntas por la fabricación… ni hablemos, conocerás los argumentos de los muchachos. Son especialistas en remontar barriletes, como la mayoría de los gurúes económicos y muchos periodistas: pueden afirmar algo y lo contrario sin siquiera ponerse colorados.

    Yo estuve en la reunión donde se presentó el proyecto y el amigo Pisci anunció que iban a imponer OLPC por saturación tecnológica… Cuenta Mariano Palamidessi que lo invitaron a participar: Pensaban invertir millones de dólares y no había una sóla línea de proyecto escrita.

    El otro tema, quizás más difícil, es el del software libre. Yo sé que digo esto y no me vas a querer tanto, pero es lo que pienso: Mientras paricipé de los debates sobre OLPC mi posición fue (y sigue siendo) que no había que discutir acerca de si el software debía ser libre o propietario. Creo que esa es todavía una discusión de mercado y no de la educación. Los grandes actores de esa polémica identifican el de la educación como un mercado emergente (vía los estados corruptos)donde les interesa desembarcar. En los hechos eso significa tomar de rehén a la educación.
    abrazo sister! =)

  5. ¡Hola Daniel! Sí es una discusión educativa. Usar software libre implica pertenecer a una comunidad de gente colaborando en la programación, capacitación, mejora, adaptación a realidades locales… Usar software propietario implica ser un cliente.
    El Software libre implica cooperación, trabajo en equipo, solidaridad (mirá el ejemplo de wikipedia, o del grupo de autoformación de Moodle!!).
    Igual te quiero 🙂

  6. ¡Hola! Creo que llego un poco tarde a esta conversación, en fin…
    Creo que es importantísimo tener en cuenta la curva de aprendizaje a la hora de elegir el software. Para un usuario de soft libre, por la forma en la que este se desarrolla y documenta, el aprendizaje es lento en un principio, pero nos permite llegar a niveles de conocimiento que en software privativo hasta son ilegales.
    El límite está dado por la curiosidad del alumno y no por los términos de un contrato.
    Saludos.

    1. ¡Hola Sebastián! No creo que sea de esa manera. Cuando nosotros aprendimos D.O.S. o cualquier sistema operativo que fuera el primero, tuvimos el mismo trabajo que el que tiene cualquier persona al aprender informática por primera vez. ¡Gracias por pasar por aquí!

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