Que diez años no es nada, por Gonzalo Zabala

En el origen, BETA Weblog fue un blog colectivo. Como estamos cumpliendo diez años, invité a sus autores originales que escribieran alguna cosita como regalo de cumpleaños. Aquí va la colaboración de Gonzalo Zabala, que no es pequeña como lo pedí sino que es todo un análisis sobre la tecnología y las décadas. ¡¡Mil gracias!!

Que 10 años no es nada
Año dos mil cuatro. Bisiesto de nacimiento. Néstor Kirchner estaba comenzando su segundo año de gobierno. Y a partir de una idea de Iris, comenzaba Beta Weblog. Un espacio para compartir ideas y discusiones acerca de la educación en general y la educación tecnológica en particular. Muchos nos subimos al barco, pero luego la vida nos fue llevando por otras costas. Vaya mi aplauso para Iris por mantener la nave en su rumbo y hacerla cada día más rica e interesante… A diez años de esa partida, tomé el guante que lanzó la autora para una breve reflexión sobre esta década…

Cuando mi mamá dio su primer clase, sabía que los chicos que estaban sentados en su aula vivían en un mundo muy parecido al que ella había vivido. Y que seguramente, una década más tarde, año más, año menos, se encontrarían con algo similar al salir de la educación formal. No hacían falta demasiadas preguntas. El mundo era un lugar relativamente estático. Y más aún dentro del aula. Ella podía enseñar como había aprendido, porque así fue, así era y así sería.
Un chico que entró a primer grado en el 2004, hoy está terminando su penúltimo año de la secundaria. Ese pibe, en estos 10 años vio el surgimiento y/o crecimiento de las siguientes tecnologías y proyectos tecnológicos (entre muchísimos otros): Gmail, Facebook, Youtube, Twitter, Smartphones (Iphone y Android), Ebooks, Ipad, Chrome, Minecraft, OLPC, Conectar Igualdad…
En síntesis, el 90% de la tecnología que nos marca cotidianamente (y creo que me quedo corto), surgió cuando este pibe estaba dentro de la escuela. Con su smartphone medio pelo conectado a internet, hoy puede preguntar oralmente “¿Cuándo nació San Martín?” y el aparatito le responde, también oralmente. Le puede pedir la capital de cualquier país del mundo, cualquier cuenta de multiplicar, los logaritmos, y muchas cosas más. Y le responde. Y lo saben… ¿Cuánto falta para que podamos tener un pequeño auricular con micrófono conectado con el smartphone, para poder preguntarle y recibir respuesta como si habláramos con nuestra mente? Nada. Ya existe… Lo comprás, lo conectás por bluetooth y voilá! Tu mente queda conectada al universo… Y ellos, nuestros alumnos, lo saben…
Por lo tanto, ¿qué y cómo tenemos que enseñar hoy en día, con estos recursos a disposición? Ya de por sí, la pregunta es angustiante. Y esto no es nada… Porque el pibe que entra hoy a primer grado saldrá dentro de 12 o 13 años de la educación formal… ¿Qué y cómo le enseñamos a ese pibe? ¿Qué necesitará cuando salga de la escuela para insertarse en la sociedad en la que vive? (Finalmente, esa es nuestra misión como docentes de la escuela moderna). El desarrollo tecnológico es exponencial. Es decir, lo que listé antes será sólo una parte de las tecnologías que surgirán en los próximos 10 años. Una parte pequeña.
Preguntándole a docentes en un curso qué cambiarían en sus prácticas, una maestra me dijo que ella enseñaba aquellas cosas que permitían que sus alumnos pudieran desenvolverse sin necesidad de tecnologías. Por ejemplo, buscar en un índice de un libro, las tablas de multiplicar, calcar mapas, memorizar poemas, y otros. Me resultó conmovedor, porque por un lado mi corazón nostálgico defiende esas prácticas, pero al mismo tiempo me disparó una pregunta: ¿hasta dónde debería llevar esta docente su principio? ¿Existen tecnologías que consideramos omnipresentes hoy en día? Y así es, porque seguramente no enseña a hacer fuego con palitos, a potabilizar agua, a cazar animales, a sacarles la piel para abrigarse… Tenemos tecnologías que consideramos dadas, según la sociedad en la que vivimos. Y por lo tanto, ¿cuánto falta para considerar Internet y los smartphones dentro de esta categoría? El día que esto suceda (y para el cuál falta poco, muy poco) qué dejaremos de enseñar???
Está claro que no tomo posición por ningún contenido ni metodología. Simplente quiero expresar que hoy no sirve enseñar lo que enseñamos y como lo enseñamos porque siempre fue así. Porque el mundo no es así. Porque los pibes no son así. Y porque lo saben…
Si vamos a pedirles a nuestros niños que se aprendan la formación completa de la Primera Junta, tengamos una respuesta robusta, interesante y coherente al por qué de este aprendizaje. Porque nos lo van a preguntar. Y eso es genial…
Diez años no ERAN nada. Ahora, ahora son un montón de años…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *