Hoy es el día de la mujer.
Mujer que ya no quiere dejar todo por sus hijos y su casa, cansada de oir eso de “por vos dejé todo” que podían decirnos nuestras madres porque era cierto. Aunque no se lo habíamos pedido. Sin embargo, aún queda resolver cómo no dejar todo por nuestros hijos sin dejar a nuestros hijos sin madre.
Mujer que ya no quiere ser aquella que está detrás de todo gran hombre; quiere ser grande por sus propios medios.
Mujer que ya superó la etapa en que debía demostrar su independencia con cigarrillo y minifaldas, porque ahora no debe demostrarle nada a nadie.
Mujer que está pagando los costos de trabajar, estudiar, atender a los hijos, envejecer de manera agradable y aún no resuelve cómo hacer todo en 24 horas sin agotarse, sin sentir que se va su vida en el intento… el intento de vivir, después de todo, la vida que casi todas elegimos -quienes podemos elegir-.
Feliz día a esas mujeres, y a las mujeres que nos criaron libres pagando el precio de la incomprensión. Feliz día a las mujeres que criaron a nuestras madres y todavía no entienden qué pasó que no salió todo como lo esperaban.
A mi abuela, que disfruta de su vida haciendo proyectos. A mi mamá, que rompió las cadenas y fue libre.