Prefiero calidad antes que innovación

Me llegó por algún medio este post que compara los resultados de las pruebas PISA de Shangai y de Argentina y me sentí mal por mi país.

Cito uno de los párrafos:

Estos números se repiten en las evaluaciones de Comprensión lectora y de Conocimiento Científico, y ¿A qué podemos adjudicar semejante diferencia de rendimiento escolar? ¿Las causas están en el aula? ¿Son los docentes chinos extremadamente más eficaces? Todo parece indicar que no es ese el lugar a buscar. Los docentes chinos mantienen cierta tradición en sus métodos, no son “innovadores” ¿Serán las escuelas chinas que con su mejor funcionamiento provocan el desnivel? Algo más inciden, pero no parece ser un factor decisivo ¿Acaso las Políticas Educativas hacen las diferencias? Eso es importante, pero debe haber algo más  ¿Serán los valores que enarbola la sociedad en su conjunto?  ¿Interesa realmente la Educación en Argentina?

Creo que hay que diferenciar calidad de resultados en un test (¿quién dijo que los resultados de ese examen reflejan lo que nosotros llamamos calidad?), y por otra parte creo que hay que tener presente la heterogeneidad de realidades que están presentes en mi país: chicos con alimentación deficiente, escuelas sin presupuesto adecuado, maestros sin formación de calidad viven en el mismo país que chicos extremadamente estimulados, escuelas de excelencia y docentes con iniciativa y capacitación permanente…

Pero de todo esto que se menciona en el párrafo citado, me preocupa particularmente la idea generalizada de que la educación se mejora mediante la innovación, conjuntamente con un concepto erróneo de innovación.  Debido a la breve y muchas veces pobre formación de los docentes, la mayoría cree que innovar es hacer algo que suene novedoso.

Vi esta historieta de Néstor Alonso en el blog Res-de-res y me parece que ilustra perfectamente lo que quiero decir cuando hablo de la falsa innovación:

Cuando hablamos de innovación no estamos hablando de hacer algo novedoso (usar nuevas tecnologías, por ejemplo). Estamos hablando de realizar un cambio en las estructuras y costumbres de la institución a la que pertenecemos. Estamos hablando de realizar algo diferente de lo que se está haciendo, siempre que se trate de algo mejor. No importa si eso que en mi institución es innovador en otra implica retroceder diez años.

En conclusión: si no se comprende el concepto de innovación, si en su nombre se cometen crímenes como el que la historieta ilustra, prefiero mil veces un maestro que hace siempre lo mismo pero bien.

 

 

2 opiniones en “Prefiero calidad antes que innovación”

  1. En el grupo de capacitación docente discutí sobre esa viñeta…
    Yo no la tomaría tan a la ligera como algo “mal hecho”… No creo que sea mejor que siga dando clases expositivas y encima con hojas amarillentas y la piza y tizarrón…
    En mi opinión hay etapas de apropiación de la tecnología, que son necesarias… Si ese docente empieza con el blog y los videos y luego una guía tradicional, para mi si importa que lo haga con las TIC… Y no me importa que la actividad sea revolucionaria…
    El sólo hecho de usar las TIC ya logra una motivación que de otra manera sería muy difícil de alcanzar…
    Y si la tarea la hacen en los hogares, más todavía… porque pareciera que la tarea hogareña se volvió mala palabra…
    Después, con capacitación, con intercambio con otros colegas, el docente “innovador” de la viñeta puede llegar a lograr actividades más “innovadoras de verdad”…
    En estos días mi hijo estudió en casa con la net y unas páginas que busqué sobre “nombres y ubicación” de “pcias. y sus capitales”… Estuvo un buen rato jugando… Con autocorrección incluida… Antes estudió los nros. en italiano con youtube… y los saludos y los colores…
    De otra forma, no hubiera sido posible que yo lo ayudara como papá… o sea que las TIC en ese uso “primario” me sirvieron para motivarlo y que se quede más tiempo a estudiar, que sólo con el mapa nº3 y el cuaderno…

  2. Me dejaste pensando Gustavo… Creo que vos estás hablando de un docente malo versus un docente malo con elementos motivadores. Yo también prefiero el segundo caso. Pero hay cosas de docentes tradicionales que son brillantes, y no creo que esas cosas deban cambiarse por el arte de innovar. Primero pensemos en qué necesidades educativas tenemos, después, elijamos la herramienta. Si es tierra+semillas, o si es hardware+software, dependerá de los objetivos y de las posibilidades. Pero prioricemos la calidad educativa! La motivación es parte de la calidad, no me cabe duda.

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