¿Te resultó difícil el primer año de tu hijo?

¡Imaginate lo que significa tener un bebé y a la vez ser invidente!

Ay!! Con lo que cuesta estar sin dormir, mantenerse alerta a la respiración del bebé, saber si tiene hambre, sueño, frío, calor, alergia, virus o bacteria, si comió suficiente, si hizo provechito… y más adelante hacer barricadas por toda la casa para que el bebé -cuando ya gatea- no trepe por escaleras, muebles, bibliotecas, no coma la comida del perro y ni se acerque a la cocina, al horno, a los enchufes… ¡Imaginate si no lo podés ver!

La verdad… yo nunca me había puesto a pensar en esto, hasta que hoy entré a esta página: Tiflobebé.
TifloBebé, es una página creada para servir de punto de encuentro entre las madres y padres que, por tener deficiencias visuales, se enfrentan a una serie de problemas que, seguro entre todos, son más fáciles de llevar.

¡Gracias a toda la gente de la comunidad de Tiflobebé por brindar tan importante servicio!

La computadora y el rendimiento cognitivo

Esta semana estuve leyendo en algunos blogs el comentario sobre un artículo que afirma que navegar por internet aumenta el rendimiento cognitivo.

Y los que hemos leído algo sobre inteligencia, sabemos que ésta consiste en un conjunto de capacidades determinadas en parte genéticamente, pero muy modificables por el ambiente (Señores padres: ¡estimulen la inteligencia de sus hijos!).

Las diversas experiencias de la vida generan nuevas conexiones cerebrales (sobre todo en los niños) y muchas habilidades crecen a ritmo exponencial cuando existe una exposición importante a situaciones donde se ponen en juego.

Me gustó mucho el análisis del autor de Educación y Virtualidad, donde relaciona esta noticia con la teoría de Vigotsky:

La aparición y el uso de las herramientas en la humanidad no sólo han facilitado el desarrollo de una serie de acciones que han contribuido a consolidar transformaciones de orden social, cultural, económico, comunicativo, educativo y afectivo, entre otras, sino que además han promovido el desarrollo de la cognición, específicamente lo que G. Salomón denomina marcos de pensamiento o componentes tácticos de la actividad mental. Como tal, las actuales TIC, cuyo arquetipo es Internet, no son entidades pasivas o neutras en la interacción persona-ordenador, añaden un componente simbólico a la acción puesto que con Internet, así como con otras tecnologías, siempre aprendemos a pensar con una forma de hacer; toda acción mediatizada por un componente instrumental, no propio de la mente, reconfigura la acción ampliando o transformando su perspectiva original.

Por supuesto, el primer sentimiento que me genera este análisis es el de injusticia: si es tan importante internet ¿por qué no toda la gente puede acceder a ella? ¡Por favor, hacé tu sitio accesible!

Enseñar la muerte

En nuestra sociedad festejamos los nacimientos y los cumpleaños, pero cuando alguien se muere, suele ocultarse el hecho a los chicos. Los padres queremos proteger a nuestros hijos de cosas tan duras como pensar que un día de estos, cualquier día de estos,  alguien que ellos aman puede desaparecer.

Sin embargo es importante tener siempre presente que aquello que no se pone en palabras constituye un peligroso mundo de símbolos mágicos en la mente de un niño, y que la noción de causa y consecuencia, en su egocentrismo, puede hacer que él se sienta culpable por algo que le pasa a un ser querido, solamente por haberse portado mal un día o haberlo enfrentado.

Sentarse a charlar. Hablar, hablar de lo que le pasa y lo que va a pasar. Pero hablar sólo hasta que el chico no quiera escuchar más -que es cuando ya obtuvo suficiente información para procesar-. Tal vez necesite no escuchar, por eso hay que buscar también otros caminos.

Los cuentos de hadas. Bruno Bettelheim, en su libro Psicoanálisis de los cuentos de hadas, nos muestra cómo los cuentos de hada originales, clásicos, donde los héroes eran pura bondad y los malos eran malísimos, simplifican el mundo y funcionan como un puente entre la realidad y la psiquis en el chico que lo escucha. Él relata cómo los chicos escuchan con indiferencia algunos cuentos pero se detienen especialmente en  aquellos que les están decodificando algún problema vivenciado por ellos. La repetición de la historia a pedido del chico, una y otra vez, sin que el adulto pregunte por qué ni intente explicar absolutamente nada, es terapéutica para un ser angustiado por algún problema que no puede poner en palabras.

La importancia de las mascotas.  Es importante aprovechar que la muerte ocurre para hablar sobre ella. Y la mejor manera de enseñar la muerte es vivirla cuando ésta se nos acerca. Nada mejor que una mascota para esto. Tener un animalito en casa de cualquier tipo permite poner frente al chico temas como el nacer, el crecer, el reproducirse y el morir. Está bien, reconozco que a mis mascotas no les cae bien mi teoría, pero gracias a ellas mis hijos han visto crecer, enfermarse y morir a estos seres que ellos mismos alimentaron y cuidaron, considerando la muerte como un hecho absolutamente normal y esperable en el ciclo de la vida de cualquier ser.

Todos deseamos gritar la frase de Joaquín Sabina: “¡Muera la muerte!”. Pero no podemos matar a la muerte así como así, y por lo tanto, como ella existe, debemos enseñarla -o permitir que los chicos la aprendan- como todas las demás cosas de la vida.

Soy famosa

Hoy es un día feliz 🙂

Publicaron una nota mía en el periódico de mi barrio, Vínculos Vecinales.

Reproduzco aquí el texto de la nota, con una aclaración muy importante: Cachito, el dueño de la juguetería-librería dice que mentí. Él no cobra la seña de los libros, los cobra completitos antes de encargarlos.  🙂

Vínculos Vecinales

Villa Santa Rita es un no-barrio de la Ciudad de Buenos Aires.

Cuando una inmobiliaria publica un departamento en Villa Santa Rita pone en el aviso Villa del Parque, Paternal o Flores, según la cercanía del inmueble a cualquiera de esos tres barrios. Y si la propiedad queda justo en el centro de Villa Santa Rita, el señor de la inmobiliaria, donde dice “Barrio”, completa: “no”.

Cuando estoy dando mis datos por teléfono y me preguntan el barrio, o incluso, el número de mi teléfono, me preguntan: “¿Eso queda en Capital?“, o “¿Dijo usted 4584?“.

Los habitantes de este no-barrio se dividen en dos tipos: los que compraron en Villa del Parque y siguen convencidos de vivir en Villa del Parque, y los que nunca le dieron importancia al tema y simplemente viven el barrio como un lugar más en el mundo.

No somos como Villa Mitre, otro barrio chiquito vecino al nuestro, donde de vez en cuando puede verse un cartel como “Asociación vecinos de Villa Mitre“… no, para nada, no hay nada que muestre que uno está en Villa Santa Rita porque muchos de sus habitantes se han ocupado de ocultar las pruebas.

Pero ese ocultamiento es injusto. En este maravilloso barrio vive gente que es siempre la misma. Gente que vio aparecer las arrugas de cada vecino, crecer la panza de cada vecina y nacer nuevos vecinitos, igualitos a los anteriores.

Por otro lado tenemos nuevas torres, llenas de invasores que compraron engañados en el falso Villa del Parque y se imprimen mapas con las fronteras corridas para tranquilizar su conciencia.

Pero también tenemos a “la” vecina. ¿Qué sería de mí sin ella, que cumple la función de “Radio Villa Santa Rita“, siempre al tanto de las novedades sociales de la vecindad? Cada nuevo embarazo, cada buena o mala costumbre de mis vecinos, cada nuevo par de cuernos… todo se sabe gracias a ella.

La peluquería de toda la vida (¿¡Qué importa cómo me quede el pelo!? ¿cómo cortarme el pelo en otro lugar si aquí me entero de las novedades del barrio?), la juguetería-librería donde compramos las cosas para el jardín y para el egreso del secundario, pasando por todas las etapas intermedias. Tanta confianza, tantos años, y ni así me perdonan la seña cuando se trata de comprar libros que, si no voy a retirar, quedarán condenados al cajoncito de madera forrado de papel rojo a lunares blancos. Y eso representaría un desequilibrio para las cuentas del negocio, y tal vez lo lleve a la quiebra. Libros, sólo con seña. Todo lo demás se fía sin problemas al vecino conocido.

Los gitanos, gente que vive entre nosotros pero como en otra esfera: pisos brillantes, ventanas abiertas, autos en venta.

Los coreanos, con su ferretería, supermercados varios, y extrañas viviendas que emanan olor a comida exótica.

Las viejas casas de las que sólo salen restos de tela y prendas confeccionadas por alguien que trabaja allí dentro. ¿Talleres clandestinos o puertas de comunicación a un universo paralelo donde reina la industria textil?

Los que se gritan todo el día, los que ya se callaron para siempre.

El barrendero que por unos pesos poda árboles sin autorización del gobierno.

Los cartoneros. Y los ricos de la cuadra.

El maravilloso club del barrio: Imperio Juniors.

Tenemos todo en este barrio. Hasta figuramos en el mapa. Hasta tenemos varias redes inalámbricas.

¿Por qué no plantamos en cada cantero una Santa Rita llena de flores para que los transeúntes y los pasajeros del transporte público y privado se enteren de que acá hay un barrio, con todo y gente? ¡Luchemos contra los que  -después de tanta inundación- creen que acá sólo hay un lago! Apropiémonos de la avenida Nazca y hagámonos notar de una vez.

Vínculos Vecinales, mi nota

Recibí varios comentarios muy emotivos de gente del barrio o que estuvo vinculada al barrio por algún retazo de su historia personal. Además, me agradecieron en el programa de radio de Imperio Juniors el haberlos mencionado. Querida gente del club, gracias a ustedes!

Cargando #5

Tira Cargando

Cargando… es una tira de IrisFernandez.com.ar y AgenciaBlog.
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Por qué crear sitios web accesibles

En este blog escribí bastante sobre accesibilidad web.

Sin embargo, no encuentro ningún post donde se exprese el motivo por el cual yo creo que se deben hacer páginas web accesibles.

Yo siempre cuento que hace diez años que compro en el supermercado virtual (¡en serio!), y hace nueve que trabajo a distancia para otros países (Italia, España) vía internet. Hace ya un buen tiempo que pago mis impuestos a través de la web, y que compro muchísimas cosas en páginas de venta en línea. Tengo muchos amigos en diversos lugares que conocí a través de la web, algunos de los cuales pude ver en persona y confirmar que encontré seres maravillosos gracias a estar reunidos en listas, foros o grupos de todo tipo. También me comunico con amigos que se fueron a vivir a otros países.

Por todo esto creo que estoy en condiciones de afirmar que gran parte de la felicidad cotidiana de mi vida se debe a que no viajo para trabajar, no pierdo tiempo en supermercados ni haciendo muchos trámites que puedo hacer en línea. El tiempo que gano, lo uso para leer, para caminar o para jugar con mis hijos*.

Sin embargo, hay gente que -como me enseñó Jarmila Havlik– necesita soluciones especiales para sus necesidades comunes. Una persona que no puede ver, una persona que no puede caminar, alguien que no puede moverse… ¿no tiene mucho más derecho que yo a trabajar desde su casa, a hacer las compras y los trámites a través de la computadora?

Y no sólo eso: una madre que tiene un bebé en sus brazos necesita un sitio accesible (para manejar la computadora con una sola mano), una persona grande que sufre dolores o no puede mover bien su brazo, alguien con un poco de daltonismo o cualquier clase de ceguera del color, vos mismo el día que te quiebres un brazo y tengas un yeso… Todos necesitamos o vamos a necesitar en algún momento que la web sea accesible.

Por todo esto y por muchas razones más, por favor: ¡¡creá sitios accesibles!!

*Nota posterior: también pude estudiar y recibirme teniendo hijos muy chicos, gracias a la Universidad Virtual de Quilmes!!

Algo de material para consultar:

Libro de Claudio Segovia sobre accesibilidad web.

Material que recopilamos los integrantes de la Línea de Trabajo sobre Accesibilidad Web del grupo DiM, de la cual soy coordinadora.

Validador de marcado (¡sólo de marcado!) del W3C

Documentos para el diseño accesible de páginas web

Este post está inspirado en una pregunta de uno de esos amigos que conocí gracias a la red. Espero que te sea útil y que esto sea sólo el comienzo.

Animaciones

Hace como diez años yo grababa en cassettes de VHS los capítulos de Caloi en su Tinta (cuidado, sitio desarrollado en Flash), maravilloso programa que mostraba animaciones de variadas técnicas, temáticas, de muchos países. Había cortos, publicidades, largometrajes, y hasta pequeños juegos realizados por el mismo Caloi (Carlos Loiseau).

Imagen de un cassette de VHS tomada de la Wikipedia

Hoy estaba escuchando música y me encontré con My baby just care for me. ¡Cuántos años mirando estos mismos muñecos de plastilina moverse en mi pantalla!

Entonces vinieron a mi memoria algunas animaciones cuyos cassettes se gastaron de tanto mirarlas con mis hijos, como Mundo chato (Flat world), cosas de Plympton que no encuentro en línea (aquí, algunos consejitos para dejar de fumar y para besar), o los maravillosos Pat y Mat (¡yo soy tan hábil como ellos para las cosas de la casa!). Por suerte pude seguir viendo cosas de Wallace and Gromit o algunos otros que circulan por allí.

Yo también intenté hacer mis propias animaciones (¡Mi primera página personal era una animación de Flash con enlaces! ¡Qué horror!). Durante muchos años trabajé haciendo animaciones educativas en Flash, combinando animación con programación en Action Script. Todavía hay mucha gente usando mis programas en el aula.

Después de tanto flashear, comprendí que -al menos para lo que no es trabajo- debía buscar nuevas herramientas, porque Flash no es accesible ni libre.

Sé que hay herramientas libres para crear animaciones, pero superan mi capacidad, tiempo y paciencia. Mientras espero que estas herramientas se simplifiquen un poco, me conformo con hacer algunos gifs animados con Gimp:

Una plantita y una nube

Cargando #4

Tira Cargando

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Macri: gracias por las veredas

Estimado Macri:

Desde que empezó su gobierno paseo más cómodamente a mi perro. ¡Gracias!

Pero… las veredas, estimado gobernante, son únicamente el lugar por donde transita la gente que vive en la ciudad.

Y a esa gente lo que más le importa y lo que más necesita, es salud y educación.

Con respecto a la salud mucho no puedo opinar porque -debido a que tengo obra social- hace años que no visito un hospital del Estado, aunque lo que se escucha en la radio y lo que me cuentan profesionales amigos, es que las obras edilicias están detenidas (¡es que están haciendo las veredas! ¡todo no se puede!) y que está todo bastante mal.

Con respecto a la educación, yo creo que nuestra querida ciudad tenía una muy buena educación del Estado hasta hace poco. Conozco gente, profesionales de primera, que fue expulsada del sistema. En su lugar, pusieron otros profesionales respetables, que tiraron por la borda todo lo construido por quienes se fueron.

Algunos piensan que los docentes no deben cobrar más dinero porque no trabajan bien. A quienes creen eso les pregunto: ¿Cómo trabajaría usted si tuviera que hacerlo durante todo el día,  con chicos que lo agreden -porque en sus casas está todo mal-, sin dinero para comprarse libros, para viajar bien, sin tiempo para corregir, para capacitarse, sin reconocimiento de la gente que lo rodea -“los maestros son unos vagos”-, y con padres que insultan a los maestros  enfrente de sus hijos?

Y al que me diga que igual trabajaría bien, que vaya y lo demuestre. Porque es muy fácil hablar, pero ser una buena maestra es la tarea más difícil que hice en mi vida.

Lo que yo creo es que en una casa donde todo está impecable pero se maltrata a los hijos, los resultados no son buenos. Prefiero una casa gastadita por el uso, con chicos educados y sanos.